CASAS FAMILIA – QUEVEDO – ECUADOR
Quevedo, 31 de diciembre de 2003
El proyecto Casa familia «San Marcelino Champagnat» agradece su aporte para afrontar algunos de los rubros que han favorecido a nuestro precario presupuesto. Gracias a ustedes podemos seguir acogiendo en nuestras casas a los niños.
Como es de su conocimiento nuestro proyecto funciona con Casas Familia, hogares en los que acogemos a 8 niños o más, de acuerdo a la capacidad de atención según su casos. Nuestro objetivo fundamental es sacarles del riesgo en que se encuentran y brindarles un hogar seguro para que vivan como niños normales y puedan hacer procesos de recuperación de sus múltiples situaciones, para en un futuro no lejano después del trabajo necesario con ellos y sus familias poderles reinsertar a sus hogares o buscar otras alternativas en caso de no conseguir la eliminación del riesgo.
El proyecto está ubicado en una zona con muchas dificultades para los niños, por la situación social y económica, por la situación climática, por la situación de cultura e idiosincrasia de la gente. Fundamentalmente la pobreza hace muchos estragos en la población infantil de esta zona, por lo que el proyecto quiere dedicar sus mejores esfuerzos a estos niños en riesgo.
Nuestro trabajo después del diagnóstico, ubicación y trabajo inicial en la propia familia de los niños, decide el nivel del riesgo y la gravedad de las situaciones, lo que nos aporta elementos necesarios para decidir acogerles en Casa Familia. Los criterios de selección responden a un riesgo grave, a pobreza, a no encontrar otra alternativa en el sector o con otros familiares.
Trabajamos con dos modalidades: en Casa Familia, es decir acogiendo concretamente en nuestras casas a un grupo de niños, 25 en total. Y en la modalidad de apoyo familia. Esto significa que apoyamos a un grupo de niños, 15 en este momento en sus propias familias. Les brindamos alimentos, evaluamos sus situaciones y vamos acompañándoles hasta lograr tener algún espacio para acogerles si la situación lo amerita. El trabajo es en línea psicológica con las familias y con los niños. También los insertamos en algún sistema de escolarización regular y apoyamos este procesos con materiales y cuotas necesarias para ello.
En las Casa Familia, viven los niños con una educadora a tiempo completo, que hace las veces de madre, con ella hay un Equipo Técnico que acompaña este proceso y coordina todas las actividades.
Cuando los niños son acogidos en la Casa, concretamente este año, hicieron un proceso de integración que dura los dos primeros meses del año, a la ves en este proceso se atiende su salud que en todos los casos está deteriorada por desnutrición, por infecciones propias de la zona y algunas secuelas del riesgo en el que se encontraban. Con visitas periódicas a los médicos y con las medicinas adecuadas se empieza la desparasitación, el fortalecimiento vitamínico y todas las recomendaciones de los médicos de acuerdo a las situaciones de los niños. Esto lo hemos llevado a cabo en los tres primeros meses con todos los niños que están en las casas familia y también con los de apoyo familiar.
En esta etapa se favorece la integración con diversas actividades que a la vez van responsabilizando a los niños de su nuevo hogar que es la Casa Familia. Se tiene en este periodo el apoyo del psicólogo que ayuda a que este proceso primero, el más difícil sea beneficioso para todos. El Equipo evalúa continuamente este caminar y esta cercano por medio de sus coordinadores a lo que va sucediendo en cada casa.
Otro elemento importante dentro de la recuperación de su salud es la alimentación; en frecuencia y en adecuada. Particularmente prestamos mucha atención a este elemento porque es el más sensible, el más olvidado y quizá la causa de muchas de las dificultades en salud de los niños. Invertimos fuertemente nuestros recursos en este rubro, cuidando que vaya respondiendo a la necesidad real de cada una de las casas familia. Los recursos que ustedes nos han proporcionado han sido invertidos en su gran parte en este elemento.
Con espacios de recreación a partir del tercer mes ya se empieza con algunas actividades que vayan preparando a los niños para su nueva experiencia en la escuela. Hay que notar que nuestros niños aunque tengan 14, 15 años van recién a iniciar el sistema escolar, lo que dificulta la elección de la escuela y la adaptación de los niños a esta nueva experiencia. Este aspecto es otra de nuestras preocupaciones y parte del proceso de recuperación de los niños, por lo que invertimos gran parte de nuestros recursos en todo lo que implica ir a la escuela: transporte, ropa, uniformes, materiales escolares, materiales de apoyo. En todo este proceso ayudan los alumnos del último año del colegio, que junto con otros profesores del colegio y la escuela América de propiedad de los Hermanos Maristas, llevan con nuestros niños el refuerzo escolar. Este año hemos tenido mayores dificultades, ya que dos meses y medio en distinta época hemos vivido dos paros del sistema escolar del estado en el que están nuestros niños, lo que ha implicado mayor permanencia y actividades de recuperación de los niños a nivel escolar.
Esta etapa de escolarización es un época de muchas confusiones que necesita mayor cercanía y trabajo del equipo y fundamentalmente del psicólogo. Aquí se conecta con todo el proceso de recuperación de los niños en otra área de la salud tan importante dentro del proyecto, se va haciendo un camino hasta junio y julio, meses en los que se hacen las valoraciones, se llevan los tratamientos psicológicos a niveles más personales y ya como vías a un proceso en muchos de los casos de varios exámenes, de entrevistas, de terapias, etc. Paralelamente se intenta los procesos con sus familias, aspecto muy duro dentro del trabajo del proyecto porque no siempre se encuentra la disposición y la necesidad de este proceso en las propias familias de los niños. Este año hemos podido brindar tratamiento psicológico más profundo y personalizado a todos nuestros niños lo que ha ayudado a su recuperación.
Después de esta etapa viene el fortalecimiento de este proceso por parte del equipo y las educadoras.
Tenemos algunas actividades que dentro del proceso para fortalecer la independencia de los niños mayores hemos emprendido este año: tenemos un bar en el colegio América propiedad de los Hermanos Maristas, los niños mayores atienden este bar en un tiempo limitado como una experiencia de trabajo y de responsabilidad que no impide sus estudios y procesos propios que van llevando. Algunos se integran ocasionalmente en trabajos ligeros en alguna institución por un tiempo determinado. Todo esto en vista a su futuro abandono de las casas hogar.
Dentro de todo el caminar dentro de la Casa familia, nos toca todos los años y este año no ha sido la excepción, el lograr inscribir a los niños en el registro civil, ya que en muchos casos ni sus padres ni ellos son ciudadanos porque no constan en ningún registro del país. Estos procesos nos generan gastos significativos y que muchas veces no son considerados como gastos en los niños, son gastos directos que implican el proceso de recuperación de los niños, diría el fundamental, el tener un nombre, una nacionalidad, un reconocimiento como personas con derechos dentro de un país.
Junto con este trabajo con los niños, cuidamos la formación de todos los que hacemos Casa Familia «San Marcelino Champagnat». Cursos sobre maltrato, tratamiento de niños en situaciones de riesgo, organización de actividades con los niños. Tratamiento de sus propios procesos personales, formación cristiana… En esta línea hemos procurado que las educadoras y algunos niños hagan algunos cursos de trabajos manuales que en un futuro pueden ser una ayuda para un trabajo que les favorezca su independencia: elaboración de calzado, tejidos, cocina, costura, bordados…
Este año hemos tenido algunas dificultades en la salud de nuestras colaboradoras y de una niña, Viviana, que fue operada por peritonitis que debido al clima se complicó un poco y ahora ya están bien y recuperando totalmente su salud.
Queremos comprometerles a seguir con su aporte al proyecto para hacer posible la recuperación de estos niños y de muchos más que todavía están en la calle, que llaman a nuestra puerta por un lugar que alivie sus duras realidades de abuso, de pobreza, de sinsentido.
Este año, con algún apoyo de amigos hemos podido arreglar la casa familia La Valla, cambiando techos, construyendo un cuartito pequeño para la educadora, construyendo un baño pequeño para las niñas, construyendo la cisterna para evitar los graves problemas de agua.
Ya han regresado en estos días los niños a clases, esperamos que en este tiempo de invierno y de vacaciones para la costa no suspendan las clases y nuevamente termine el año sin siquiera haber hecho dos trimestres completos.
Pedimos mil disculpas por no haber podido enviarles los recuerdos de los niños, nuestro deseo era que sea algo sencillo y elaborado por ellos mismo, pero no ha sido posible hasta ahora, espero cumplirles aunque sea fuera de navidad.
De parte de todos los niños; Pilar, Lily, Gigi, Fernanda, Rodolfo, Juan Carlos, Hugo, Robinsón, Jonathan, Eddy, María José, Carolina, Marcos, Nixon, José, Victoria, Briggi, Edison, Bayron, Rocío, María Belén, Viviana, Jenny, Jennifer, Jean Pierre, César, Daniel… seguro que me olvido algún nombre; de todo el equipo Inés, Mati, Mirian; de las educadoras; Rosita Arias, Rosita Mero, Bertha y de los Hermanos; Luis, Félix y Patricio; muchas gracias por sus aportes y por permitirnos ayudar a estos niños concretos y otros que seguirán viniendo a nuestras casas.
H. Patricio Gálvez.
Director del proyecto