A este mundo nuestro le siguen creciendo los problemas a ritmo más rápido que las soluciones.
Cada día, periódicos, revistas, televisiones, radios y chats compiten en informarnos puntual, machacona y repetitivamente, con datos al respecto.
Heridos, muertos, violencia, racismo, nuevas fronteras, abusos, desahucios y exclusión social.
Los desplazados siguen recorriendo las estaciones de su particular “vía crucis” por los caminos del mundo y los terroristas siembran muertos por las ciudades de Europa.
Nosotros asistimos atónitos ante tanto dolor y seguimos pensando que la hora de la solidaridad es SIEMPRE.
Siempre es tiempo para dar una ayuda a alguien que lo necesite.
Siempre es tiempo para dar algo de lo mucho que nos sobra a alguien que de verdad lo precisa.
Siempre es tiempo de dar una sonrisa, un abrazo, una escucha, un tiempo, una palabra y una oración.
Gracias, padrinos de ALIN, en nombre de todos los muchachos que a lo largo de estos 15 años han pasado por nuestros albergues, porque, gracias a ello, han podido hacer lo que siempre deberían hacer los niños, que es, jugar, reír, comer, dormir, estudiar, rezar, compartir, competir, amar y soñar.
León, 26 de Noviembre de 2015